¿QUÉ ES EL TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL?
El Trastorno de Ansiedad Social, también conocido como Fobia Social, se caracteriza por un miedo intenso a las situaciones sociales en las que el individuo puede ser analizado de forma negativa.
Este miedo o ansiedad resultan ser desproporcionados en relación a la situación social a la que la persona se expone. Además del temor a las situaciones sociales y a la evaluación negativa por parte de los demás, quienes padecen ansiedad social presentan una amplia diversidad de síntomas conductuales (conductas de escape y/o evitación, aislamiento social, hipersensibilidad ante comentarios sugerentes de burla o ridículo, temor e intranquilidad observables ante situaciones sociales temidas), síntomas cognitivos (focalización centrada en uno mismo, creencia de que los demás están pendientes de su actuación, creencias sociales erróneas, preocupación excesiva por la crítica, auto verbalizaciones negativas) y síntomas fisiológicos (tensión muscular, palpitaciones, sudor, nauseas, tartamudeo, temblor, sequedad de boca, escalofríos, hipersensibilidad al rechazo).
El Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales DSM-5 de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) establece una serie de criterios diagnósticos para el Trastorno de ansiedad social: miedo o ansiedad intensa en situaciones sociales donde el individuo está expuesto a una posible evaluación por parte de los demás, miedo a ser valorado de manera negativa o humillado, y este miedo que la persona experimenta no se explica a causa de otro trastorno mental ni se puede atribuir a los efectos de una droga ni a otra afección médica. Por último, este miedo o ansiedad es persistente (con una duración de 6 meses o más) y le generan al individuo un deterioro significativo en el ámbito social y laboral y en otros ámbitos importantes de su vida.
El inicio del trastorno de ansiedad social suele darse en la adolescencia (la edad media de inicio suele ser a los 13 años), aunque, según APA, también puede ocurrir en la primera infancia. Puede aparecer bruscamente después de una experiencia traumática o humillante (por ejemplo, por sufrir intimidación o de vómitos durante un discurso público o en una situación pública), o puede surgir de forma lenta e insidiosa.
Una primera aparición en la edad adulta es relativamente rara y es más probable que ocurra después de un evento estresante o humillante, o después de cambios en el ciclo vital de una persona que impliquen nuevos roles sociales (por ejemplo, casarse con alguien de una clase social diferente u obtener un ascenso de trabajo).
Según Beck (2012), el miedo extremo a la evaluación negativa de los demás es la característica principal de la fobia social, así como también el componente cognitivo central.
El individuo teme ser evaluado negativamente, teme ser juzgado como ansioso o débil. Y este miedo puede ser tan fuerte que le impide a la persona que lo padece realizar sus actividades diarias, o asistir a la escuela o al trabajo. Comparada con otros trastornos de ansiedad, los individuos con fobia social suelen ser propensos a evitar las situaciones sociales y/o las situaciones que implican la posibilidad de ser evaluado, como las reuniones con personas desconocidas, situaciones en las que la persona puede ser observada comiendo o bebiendo, y situaciones en las que la persona ha de actuar ante otros, como hablar en público.
Esta estrategia de evitación es el principal recurso que pone en marcha la persona para no sentir malestar, pero, tarde o temprano, esta evitación conllevará al deterioro de las áreas importantes del funcionamiento de la persona.
DIFERENCIAS ENTRE TIMIDEZ Y ANSIEDAD SOCIAL
Es importante remarcar las diferencias entre la timidez (un rasgo normal de la personalidad) y la ansiedad social (patología). En comparación con la fobia social, la timidez está mucho más extendida en la población general, puede ser menos crónica o resistente, se asocia con menos evitación y menor deterioro de la vida cotidiana y las personas tímidas pueden ser más capaces de participar en la interacción social cuando así sea necesario (Beidel & Turner, 2007; Bruch & Check, 1995; Beck & Clark, 2012).
La timidez es un rasgo de la personalidad común y no es patológico en sí mismo. La ansiedad social, en cambio, es una condición mucho más severa que la timidez, siendo una de sus características distintivas la evitación más frecuente y generalizada de las situaciones sociales y un mayor deterioro social y ocupacional, como se menciono anteriormente.
Lic. Cecilia Di Tocco
Licenciada en Psicología (Universidad Abierta Interamericana) Profesora universitaria para la educación secundaria y superior (Universidad Abierta Interamericana). Especialización en Criminología (tesis en curso) (Universidad Nacional de Quilmes).
Pertenece al Equipo Docente del Centro IPPC de Psicoterapia Cognitiva Comportamental
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 2014). Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. 5° edición. Editorial Médica Panamericana.
Baeza Velasco, C. (2007). Tratamientos eficaces para el Trastorno de Ansiedad Social. Cuad. Neuropsicol; 1(2), pp. 127 – 138.
Beck, A. & Clark, D. (2012). Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad. Ciencia y práctica. Cap. 9: Terapia cognitiva de la fobia social. pp. 551-637. Desclée de Brouwer.
Beidel, D. C. & Turner, S. M. (2007). Shy children, phobic adults: nature and treatment of social anxiety disorder (2nd ed.). Washington, DC: American Psychological Association
Bruch, M. A. & Cheek, J. M. (1995). Development factors in childhood and adolescent shyness. In R. G. Heimberg, M. R. Liebowitz, D. A. Hope & F. R. Schneier (Eds.), Social phobia: diagnosis, assessment and treatment, pp. 163-182. New York: Guilford Press.
Division 12 American Psychological Association. Treatment: cognitive behavioral therapy for social anxiety disorder. https://div12.org/treatment/cognitive-behavioral-therapy-for-social-anxiety-disorder/
Heimberg R. (2002) Cognitive-Behavioral Therapy for Social Anxiety Disorder: Current Status and Future Directions. Biological Psychiatry, 51(1), pp. 101-108.
Sotelo, M. (2018). Fobia social y terapia cognitiva: un estudio de caso basado en la evidencia. Revista de Psicología Universidad de Antioquia, 10(2), pp. 131-156.
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