En esta época del año muchas personas optan por el uso de fuegos artificiales. Conocer los riesgos para ellas y para quienes las rodean forman parte de la prevención para evitar accidentes. También es importante saber qué pasos seguir en caso de quemaduras.
A pocos días de las fiestas de fin de año es fundamental remarcar que el uso de la pirotecnia siempre acarrea un riesgo para quien la utiliza y para las demás personas. En este sentido, se debe recordar también los efectos adversos que causan los estruendos en niños y en las mascotas. Son diversos los estudios científicos que permiten comprobar que el uso de artículos y artificios de pirotecnia, de estruendo o sonoros afecta la calidad auditiva de la población, y en particular a los sectores más vulnerables de la sociedad entre los que se encuentran los niños, ancianos, personas con discapacidad con Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como también a la fauna y al ambiente en general.
Las estadísticas dan cuenta del decreciente uso de la pirotecnia: en la Ciudad de Buenos Aires, desde 2019 en adelante los casos atendidos cada vez fueron menos. En 2021, el Hospital de Quemados informó de 5 pacientes recepcionados, mientras que en el Hospital Oftalmológico Santa Lucía se registraron 11 personas con lesiones oculares incluyendo tanto pirotecnia como corchazos; y en el Hospital Oftalmológico, tan solo 2 personas con traumatismo ocular por pirotecnia.
No obstante, aquellos aficionados que aún quieren hacer uso de los fuegos artificiales tienen que tener en cuenta las medidas de prevención a tener en cuenta para su utilización y qué hacer frente a posibles quemaduras.
La Dra. Paola Caro, directora médica de vittal, señala que “lo mejor, en principio, es no hacer uso de la pirotecnia” y que “las zonas más afectadas del cuerpo suelen ser los brazos, las manos y el rostro porque muchas veces el tiempo que transcurre entre el encendido y la explosión del fuego artificial puede no ser el suficiente para adoptar una distancia prudencial”.
También menciona que siempre debe ser manejada por adultos con protección ocular y ropa no inflamable. “Nunca se debe apuntar a otras personas, animales u hogares. Tampoco usar la pirotecnia en lugares cerrados ni en sitios cercanos a garrafas, estaciones de servicio, autos y cocinas”, añade la Dra. Caro.
Luego, explica que los elementos de pirotecnia no deben ser expuestos a fuentes de calor y enfatiza que “si no explota, no hay que tocarlo. Es mejor apagarlo con abundante agua y mantenerse lejos”.
Además, la Directora médica de vittal indica:
-No colocar pirotecnia en los bolsillos.
-Comprar pirotecnia autorizada. Debe contar con la leyenda “Autorizado por el Renar”, la inscripción del número de registro que corresponde, datos del fabricante o importador del artefacto.
-No usar petardos con mechas de un centímetro o menos porque no dan tiempo a quien los enciende de alejarse lo suficiente.
-Apoyar la pirotecnia en el suelo para encenderla y no sostenerla nunca en la mano. Evitar los experimentos como detonar pirotecnia dentro de frascos, botellas, latas u otros recipientes.
Por otro lado, en caso de quemaduras por pirotecnia, la Dra. Caro sostiene que se debe lavar la zona con agua fría y cubrirla con gasas estériles o con telas limpias y húmedas. El dolor de las quemaduras pequeñas cede fácilmente al contacto con el agua fría. Pero en el caso de grandes quemaduras “se debe buscar una manta, mojarla completamente con agua fría y cubrir a la víctima”, explica.
Según la especialista, es importante retirar anillos, pulseras u otros elementos que causen presión sobre la zona quemada. “Si la quemadura es en dedos, separarlos con gasas húmedas antes de vendarlos”, apunta.
Finalmente, la Dra. Caro afirma que se debe trasladar a la persona quemada al hospital o centro asistencial más cercano y no aplicar lociones, cremas, ungüentos, hielo, pasta de dientes, alimentos congelados o grasa; ni remover la piel resquebrajada ni reventar las ampollas.
Planteado esto, en la Ciudad de Buenos Aires son 3 hospitales los que atienden estos casos: el Hospital de Quemados (Av. Pedro Goyena 369); Hospital Oftalmológico Santa Lucía (Av. San Juan 2021); y el Hospital Oftalmológico Pedro Lagleyze (Av. Juan Bautista Justo 4151).