El diseño en sí mismo no puede curar nada, pero tampoco podría hacerlo una vacuna si no dispusiéramos de una jeringuilla para inyectarla. Diseñarla forma parte de la solución, no es un valor añadido sino intrínseco en el desarrollo de cualquier innovación por el bien social. Hay muchos más ejemplos que sirven para ponerlo en valor desde lo más fundamental, nuestra salud, que está en el otro extremo de lo decorativo y accesorio.
Son los que se recogen en la exposición «Diseño + Salud», resultado de un trabajo de búsqueda en todas las disciplinas del diseño, desde la industria a la arquitectura, pasando por la comunicación gráfica o la moda, sin olvidar lo que ha generado la pandemia ni las emergencias sociales que hay en otras partes del mundo. Una mirada transversal que repasa el pasado, disecciona el presente y se proyecta hacia el futuro para ilustrar que la ciencia y la medicina evolucionan y seguirán evolucionando con la ayuda de la tecnología y el diseño.
La exposición es un proyecto de València Capital Mundial del Diseño 2022 y el MuVIM que, con el apoyo de la Diputació de València y la colaboración del Ajuntament de València, constituye una muestra de interés general, para que pueda visitarla todo el mundo. Está comisariada por Ramón Úbeda, Mención Especial en los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño 2021 por su labor divulgativa en este ámbito a lo largo de su vida.
Es oportuna y necesaria, por su carácter social y por todo lo que estamos viviendo. Pedagógica y divulgativa, para mostrar cosas que no conocemos y cómo el diseño puede ayudar a mejorar la atención médica. Rigurosa y multidisciplinar, porque también sirve para informar, advertir o prevenir.
El buen diseño te puede salvar la vida, no es necesario tener que entrar en un hospital para comprobarlo. El casco para trabajar en la obra, por poner un ejemplo poco valorado, ha sido creado con ese fin. El trabajo de búsqueda ha servido para reunir más de 500 ejemplos que sirven para explicar, de una manera cercana, amena y simpática, que “el diseño es bueno para la salud”. Así se titulará el libro que complementará a la exposición.
El buen diseño te puede salvar la vida, no es necesario tener que entrar en un hospital para comprobarlo. El casco para trabajar en la obra, por poner un ejemplo poco valorado, ha sido creado con ese fin.
La muestra está dividida en diferentes bloques y se desarrolla a lo largo de 25 temas o ámbitos:
- ANTECEDENTES: Diseño y salud / Patentes de medicina e higiene / Lecciones de anatomía / Diseñadores en combate.
- INFORMAR: Silencio por favor.
- ADVERTIR: Un puñetazo en el ojo.
- PREVENIR: Más vale prevenir que curar.
- URGENCIAS: Covid-19 y pandemias / Emergencias.
- BOXES: Llegar a tiempo / Primeros auxilios / Social, inclusivo y universal / Niños y mayores / Ver, oír, hablar / Medical design / Pastillas y otros medicamentos / La moda de los wearables / Ergonomía y diseño / Estar en forma / Placer y procreación / Implantes y prótesis / Una dentadura perfecta / Cuestión de vida o muerte / Telemedicina, Biotecnología y Neurociencia.
- EL HOSPITAL DEL FUTURO: Espacios saludables.
Poner el foco en la salud es el objetivo de esta exposición que está protagonizada, en su mayor parte, por profesionales del diseño. Porque los médicos también diseñan, aunque no lo llamen así. Son más de 500 ejemplos de prácticamente todas las disciplinas de la creatividad: diseño industrial, gráfico, infográfico, digital, publicitario, arquitectónico, de interiores, de moda o de automoción.
Muchos de ellos firmados por diseñadores de renombre como Barber Osgerby, Yves Béhar, Piergiorgio Cazzaniga, Matali Crasset, Charles y Ray Eames, Benjamin Hubert, Piero Lissoni, Nendo, Satyendra Pakhalé, Raw Color, Giulio Ridolfo, Mario Ruiz, Philippe Starck y Tokujin Yoshioka, entre otros muchos.
Se pueden ver por primera en España, la Emergency Bike que ya rueda en pruebas por París, los proyectos solidarios de Not Impossible Labs y las Pure Plants –de External Reference–, impresas en 3D con un nuevo material capaz de purificar el aire que respiramos.
Nuestro país también cuenta con diseñadoras y diseñadores especializados, instituciones importantes y empresas capaces de desarrollar productos innovadores en tecnología sanitaria. La mayor parte se concentran en el País Vasco, Cataluña y Valencia.
El diseño médico es una de las especialidades con mayor futuro. Las ortodoncias o el diseño para el bienestar sexual ya se premian al mismo nivel que el mobiliario: Mambo ha obtenido este año el Premio Delta de Oro de ADI-FAD.
En el ámbito de la comunicación visual contamos con estudios reconocidos internacionalmente. Morillas es uno que lleva seis décadas y tres generaciones trabajando para el sector de la salud, desde la Biodramina a la telemedicina.
El diseño también mata. Su página negra son las armas y no podemos obviarlo. Pero también se puede luchar con un lápiz para salvar vidas. Un cartel con un mensaje pacifista puede llegar a ser más poderoso que un tanque.
La exposición acaba con la proyección del documental The Hospital of the Future, realizado por OMA. Después de estrenarse en Matadero Madrid se pudo ver en la Biennale di Venezia. Esta es la tercera ocasión en que se muestra públicamente.
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Cartel y diseño gráfico, desarrollado por Dídac Ballester y Antonio Ballesteros.
Diseño expositivo, desarrollado por Cosín.