ENHEBRANDO LÁGRIMAS CON HILOS DE COLORES
De pronto, el tiempo se detuvo en sus miradas aturdidas. Ella llena de lágrimas y preguntas tercas como tijeras sin filo. Él lleno de razones, que había elegido no decir.
Nada había más bonito en sus vidas que coser sueños, bordar historias y desatar los nudos que se les armaban cada día.
Pero los oprimía todo lo que no habían dicho.
Ella se fue esperando que él la detuviera. Él la dejó ir esperando que ella regresara. Se escaparon del otro, en un duelo absurdo por temor a la entrega.
Se dejaron ir sin abrazos.
Y más lágrimas se colaron, sutilmente, en forma de palabra escrita en la retina. Ella eligió enhebrarlas con hilos de colores y envolverse en la textura cálida de sus recuerdos. Él prefirió romperse en pedazos para probar que era cierto que por las heridas se filtraba la luz.
Se separaron, pero seguían llevándose por dentro.
By Nica Martin